Fueron 44 años dando clase. Fui profe de Lengua, Literatura, Latín y Tecnología.
Cuarenta y cuatro años recordando el Día del Maestro –en el que nos juntábamos todos/as los docentes, aunque también había un Día del Profesor- en actos, bailes, comidas, abrazos.
Decir discursos, escuchar discursos de todo pelaje, tranquilizar a algún/a alumno/a, aburrido/a, que hinchaba la paciencia.
Lo recuerdo con ternura. Las caras de mis alumnos/as, de mis compañeros de trabajo (nunca me gustó decirles colegas, aunque es una linda palabra), porque compartir el pan (cumpanis, el Latín, ¿vio?)) se acerca más a lo que hemos vivido –docentes, directivos, alumnos/as, celadores, etc.-, con todas las manos juntas.
Mando un abrazo a todos/as docentes: atrás, incluso los que ya no están; al costado, a los/las que siguen abrazando esta hermosa vocación (incluidos mi hija e hijos).
¡Qué orgullo que nos acompañen a mi esposa y a mí!
Y también a los/las ex alumnos/as que lo hacen.
Más orgullo todavía.
Al futuro, a todos los seguirán entrando a este mundo, heterogéneo, siempre distinto, como cada alumno/a.
TENGO EL CORAZÓN ANCHO, Y VEO BORROSO. ES DIFÍCIL QUE NO SE ESCAPE HOY UN LAGRIMÓN, BIENVENIDO SEA.
Un regalo de Día de Maestro, qué mejor que este poema de Armando Tejada Gómez.
COPLERA DEL VIENTO
Ando cantándole al viento
y no solo por cantar,
del mismo modo que el viento
Yo soy sangre en movimiento
y él es paisaje que va…
Me gusta andar en el viento
y es porque me gusta andar
empujado por los sueños
y empujando a los demás
yo sé que no empujo solo
y hay quien me empuja a soñar.
Tuve un amigo aquí cerca,
corazón de palomar,
le vieron viento en los ojos:
no lo dejaron pasar.
Ellos no saben que al viento
¡Nadie lo puede atajar!
Si la piedra es viento quieto
Que ha olvidado el arenal,
Los muros son solo viento
¡Que el viento se llevará!
Ando cantándole al viento
¡Y no solo por cantar!
Armando Tejada Gómez
El siguiente video me ha parecido la mejor conclusión, porque también he compartido esta vida en las escuelas del secano lavallino junto con mi hijo Mauricio.
Es cierto que no se puede generalizar porque es una experiencia particular, pero muchos/as hemos vivido caminos semejantes y caritas como esas, hemos compartido mesas y trabajos con docentes que sienten la belleza de caminar al lado de otras vidas que nos dan una trascendencia propia, quizás eterna en el universo.
Me gusta mucho la música, aunque no tengo formación musical. Empecé a escuchar folclore mendocino en discos que ponía mi padre en un “combinado” (radio y bandeja giradiscos). Por supuesto, eran discos de pasta de 78 rpm. LÉER NOTA COMPLETA :: Fecha de publicación 26/04/2024
El 9 de noviembre presenté este libro de poemas en el hermoso Espacio Cultural Le Parc, en Guaymallén, Mendoza.
De paso, quiero agradecer a la gente que trabaja allí, y a sus autoridades, que posibilitaron un evento exitoso con generosidad y buena disposición; y también dejar un deseo de que las próximas autoridades lo usen con toda la plenitud que merece su hermoso diseño e infraestructura.
Voy a contar una breve síntesis del acto, para que se entienda la plenitud que me llenó –y sigue llenando- el alma.
Usamos la hermosa sala Tito Francia, el nombre de un enorme guitarrista mendocino.
Después de instalarnos, abrió el evento el locutor que, casualmente, había sido alumno mío hace bastantes años, y por eso, además, de mucha capacidad, puso un afecto que me emocionó (la primera de un montón de emociones).
La presentación del poemario lo hizo Mabel Agresti, Profesora, Licenciada y Doctora en Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo.
Por los 70 integramos ambos el equipo de trabajo de mi maestro Rodolfo Borello, dedicado a Literatura Argentina. Éramos un equipo muy joven, y ella, creo que era la menor. Primero, en el ’75, con la avanzada de la derecha, empezaron a echarnos, tarea que fue completada por el golpe cívico militar.
Afortunadamente, Mabel no fue afectada, y siguió en la Facultad hasta su jubilación.
Fue un gusto que hiciera esa presentación que me hizo ver aspectos de mi poesía que no había advertido.
Después me tocó a mí, e hice algunos comentarios sobre el proceso de producción del poemario, porque fue algo bastante poco habitual.
Hace alrededor de un año, en una reunión familiar, me puse a charlar con Celina, otra profesora de Literatura, bastante más joven, y, además, poeta. Casi no nos hemos visto después, pero intercambiamos escritos, los comentamos y generamos una buena relación alrededor de la poesía.
En cierto momento, me dijo, por chat: – ¿Por qué no publicás un poemario?
Me cayó la ficha, seguí dando vueltas al tema, releyendo algunas viejas poesías, y escribiendo otras.
Algo después, Delia, otra profesora de Literatura, con la que compartí todo el secundario en el Colegio Universitario Central y la carrera de profesor, me insistió también en que publicara poesías.
Transcribí las poesías manuscritas que mi esposa, Marta, había guardado y salvado de que se perdieran, y escribí otras hasta que en cierto momento supe que mi libro de poemas estaba escrito, y que debía publicarlo.
El evento siguió con la lectura de algunos poemas, y canciones por otro amigo, que cada vez canta mejor, Germán Gutiérrez.
Mi esposa, Marta, leyó Dijiste te quiero y mi hija Andrea, también profesora de Lengua, ¿Se puede navegar la tristeza?
Aclaro –para no repetir- que las restantes lectoras también son profesoras de Literatura.
Con las que leyeron después compartimos muchos años de trabajo escolar y de gran amistad: Cristina leyó El sol se moría por el cielo quieto y Ana Gabriela lo hizo con Solo.
Finalmente, Laura –también actriz- leyó Se deslizó… (uno de los pocos poemas eróticos que he escrito y, si bien no me es un estilo cercano, me resultó muy bello hacerlo).
Cerramos con un video que produjimos con Cristina y Pamela, el equipo que me acompañó en esta producción, y que terminó con el tema Cantares (Machado y Serrat, mejor manera de cerrar la noche no había).
“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…”
Terminé el evento diciendo que iba a seguir haciendo camino “verso a verso”.
Así seguiré, y finalizo la entrada con el poema que cierra el libro, y que lo llena de sentido hacia atrás y hacia la vida que sigue:
Fue un lampo
“Fue un lampo…, sí, un brillo fugaz, un resplandor súbito, hiriente
sin dolor
Inesperado de siglos ancestrales, deseado desde
antes, estalló delicadamente,
en la garganta,
es la roja serpiente de raso renacida, como nueva,
pero eterna.
Nacieron metáforas no conocidas, suspiros olvidados,
sueños que cantaron con la voz de mi tiempo.
Fue el Aleph de Borges, el punto perfecto, etéreo y
denso de toda densidad.
Entonces…, no fue un lampo, porque fue eterno.
Sí lo fue, fue fugaz, y persiste, porque las metáforas
titilan en el cielo.
Son estrellas que me sobrevivirán, palabras de luz,
engarzadas en el cielo.
El lampo sigue latiendo, corazón de agua estelar.
¡Qué me importa que fuera fugaz!
Me toco el corazón, y late,
me miro los dedos que escriben, y está ahí, debajo de
las uñas, y brotan imágenes.
Inmortal me siento, y lo soy.
Gracias, lampo, mi amor nació en vos, como poesía.”
Desde la noche del domingo de las PASO me llené de preguntas sobre cómo se llegó a ese triunfo de Milei, pero, traté de no escribir sobre los hechos; y, como la situación es muy dinámica, me pareció mejor darle tiempo al análisis.
En realidad, hubo analistas que mencionaron que Milei estaría por arriba del 25%. Lo comentaron el otro día en un programa de la TV pública, pero yo no conocí esos datos, lo que es extraño porque había navegado bastante en Internet en busca de información sobre este tema.
Cristina en C5N, en mayo, dijo: “Lo que importa es, más que el techo, es el piso, para entrar al balotaje. Van a ser unas elecciones atípicas, de tercios”.
En ese momento se veía como un planteo válido, pero, después pareció que Milei se desinflaba. En las elecciones provinciales le fue mal.
Y en las PASO ganó en diez y seis provincias. Lo votaron más de siete millones de ciudadanos argentinos de todas las edades y sectores sociales.
José Natanson, en https://www.eldiplo.org/notas-web/el-punal/, escribió una nota (MILEI, PRIMERO EN LAS PASO – El puñal) en la que intenta explicar este triunfo sin muchos antecedentes desde la lógica de lo que uno conoce en la historia política.
Comienza diciendo: “El triunfo de Javier Milei revela cambios sociales que recién estamos empezando a comprender. Una sociedad astillada, golpeada por la crisis económica y la pandemia, que manifiesta su bronca pero que también expresa un deseo de reseteo profundo, una necesidad de shock.”
No se puede rechazar el planteo, pero cuesta aplicarlo válidamente en el heterogéneo universo de los votantes de Milei.
Una parte de ellos/as, simplemente lo hizo por descarte; si el peronismo no pudo solucionar los problemas del país, al igual que el macrismo, probemos con este otro.
Pero también hay –sobre todo en muy jóvenes- votos porque sí: les he preguntado, y en muchos casos la respuesta fue encogerse de hombros. De todos modos, acá hay un fenómeno interesante: cómo se viralizó el voto a Milei. Esto me parece un fenómeno nuevo.
De todas maneras, en las encuestas el único que había crecido –a costa de los otros precandidatos, obvio- era Milei, pero eso no alcanza a explicar el voto en las PASO.
Natanson intenta algunos análisis válidos, pero que, a mi criterio, dejan cabos sueltos:
“Insisto entonces con esto: si en algún lugar hay que buscar una explicación acerca de los resultados de ayer el batacazo de Javier Milei, el triunfo de Patricia Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio, el tercer lugar del peronismo es a ras del suelo. Es tiempo de sociólogos (o de antropólogos) más que de politólogos. Hay que ir a mirar ahí, a la feria de ropa usada, al maxikiosco 24 horas, al grupito que se reúne en la esquina (“La cantina de los pobres”, como decía célebremente el policía de The Wire). Por eso al final resultaron más exactas las respuestas espontáneas de los laburantes que pasaban por la estación de Constitución y reaccionaban ante el notero de Crónica que las mil encuestas previas.
La sociedad había castigado al kirchnerismo (en 2015), al macrismo (en 2019) y al Frente de Todos (en 2021), y esta vez buscó algo completamente nuevo, la marca más rara que se ofrecía en la góndola, el vehículo más bizarro para gritar la ferocidad de su bronca…”
Es una explicación muy porteña; ¿se puede transpolar al resto del país? ¿A Catamarca? ¿A Tierra del Fuego, región muy subsidiada?
No hubo una campaña como las de los trolls macristas, pero hay equipos de influencers que trabajan eficientemente para este candidato como ha ocurrido con los candidatos de derecha de otros lugares. Así se sostuvieron las apariciones de Milei, llenas de ex abruptos, con la inconsciencia y desparpajo que le daban el perfil disruptivo que eligió, sin mayores filtros, y que apuntaban a un planteo a lo Trump o Bolsonaro, que a mucha gente le gustaba.
Podía decir cualquier cosa, era un candidato sin muchas posibilidades, lo que cambió ahora: ya bajó un par o más de cambios: no va derogar el IVE (Interrupción voluntaria del embarazo), sino lo sometería a un plebiscito.
Hay otros temas dudosos de la batería de slogans que desparramó por medios, como eliminar Ministerios, privatizar el CONICET, dolarizar la economía, etc., que son inviables o muy difíciles. No sería un Emperador que puede hacer lo que quiere, sino un Presidente constitucional que tendría la lapicera, pero tomar decisiones políticas desde el Gobierno es mucho más complejo que lo que pareciera creer Milei.
Además, hay que tener un poder de fuego que no sabemos si lo va a tener, y en qué medida.
También se requieren equipos de gente que sepa cómo se hacen estas cosas, y si miramos quiénes lo acompañaban en el estrado, como referencia, no hay casi nadie con esas condiciones.
De todos modos, tampoco los análisis previos le daban muchas posibilidades por razones como estas, y fue el candidato más votado.
Como dijo Cristina es una elección atípica, que seguramente se definirá en segunda vuelta, así que todas las consideraciones que se hacen son relativas, por lo tanto, solo dejaré algunas reflexiones:
Elegir a un Presidente que va a decidir sobre nuestras vidas durante cuatro años, es algo demasiado importante para resolverlo con un método que se asemeja al “TA TE TI, suerte para ti” como el de que elijamos a Milei porque las otras agrupaciones no hicieron buenos gobiernos, sin analizar lo que nos puede significar a la vida de los/las argentinos/as.
Por lo tanto, hay que preguntar y repreguntar:
¿Qué va a hacer, si fuera Gobierno, de todo lo que anunció a lo largo de su campaña?
¿Cómo va a hacer lo que promete: plan, objetivos, tiempos, recursos, etc.?
¿Cuál es la estrategia para superar los obstáculos?
¿Aliados?
Además, hay que saber sobre las propuestas de los/las candidatos/as.
Por ejemplo, hay cierta aceptación de la dolarización porque hay gente que cree que, con ella, va a ganar mucho dinero en dólares, lo cual es una fantasía. Hay que leer, saber cómo se lleva a cabo un proyecto éstos, qué resultados se han dado en los lugares donde se ha intentado (Ecuador, por ejemplo, por influencia de nuestro nefasto Cavallo).
Esto vale para todos/as los/las candidatos/as, cualquiera que sea su pertenencia.
Averigüen, pregunten.
Se juega mucho, todo, en estas elecciones.
ES MENTIRA QUE LA POLÍTICA NO IMPORTA. Y TENEMOS QUE ASEGURARNOS QUE SEA A NUESTRO FAVOR.
Hay un componente emocional en los votos a Milei que me cuesta describir, pero que creo real y decisivo. A falta de capacidad para describirlo y explicarlo objetivamente, contaré una anécdota personal muy reciente.
Hablando del tema de las elecciones el domingo con una pariente cercana, me dijo que como no encontró a nadie con condiciones para cambiar la difícil situación del país, había votado a Milei. Como le manifesté mi asombro por esa elección, mencionándole algunas de las medidas inviables o destructivas que el candidato había propuesto, me dijo:
-Sí, está loco, pero a lo mejor puede sacarnos de esto. ¿Quién sabe?
Aclaro que es una persona muy medida, sin militancia ni pertenencia política, aunque muy lejana del peronismo.
No suelo generalizar desde una casuística limitada, pero he escuchado y leído mucho de lo producido sobre el tema, y no me parece que se explica mejor esta atípica elección.
La descripción de la sociedad de Natanson, “golpeada por la crisis económica y la pandemia”, que podríamos completar con otros hechos como la guerra en Ucrania, tiene efectos todavía no comprobables en nuestras sociedades. Sobre todo, la pandemia.
El mundo y cada uno de nosotros/as, no es el mismo después del COVID: nos ha dejado huellas en el cuerpo y el alma que no terminamos de comprender.
Hay una desazón nueva, una comprobación de fragilidad que nos genera temor, rabia e impotencia, que nos hace tomar decisiones distintas de las que solíamos tomar.
La pregunta es qué hacer ahora, sobre todo frente a la pobreza de opciones políticas, como en muchos otros lugares del mundo.
El hecho, para mí obvio y evidente, es que la gente está cansada, no quiere vivir más así. No voy a ir muy atrás en el tiempo (podría, tengo 77 años, y he pasado muchas situaciones difíciles, como las hiperinflaciones, por ejemplo), pero vayamos solo hasta el 2001, una de las peores: el “que se vayan todos, que no quede uno solo” ya era un pedido angustioso de que apareciera alguien que cambiara las cosas. Es cierto que salimos, con esa capacidad creativa de los/las argentinos/as para superar las crisis, y hemos tenido algunos momentos buenos, pero nada perdurable, y queda la sensación de que somos un país vulnerable, que puede volver a situaciones difíciles.
Y vino el fracaso del macrismo, que iba a terminar con todo lo que andaba mal, según lo planteó. Y vino el peronismo que tampoco pudo, aunque la suma de desgracias que se sucedieron en su Gobierno es grande (pandemia, guerra, sequía), y la gente mira, desesperanzada y enojada, porque no ve opciones válidas.
Agreguemos la transformación del mundo, que pone en cuestión el modo en que podríamos vivir y prosperar.
Dice Natanson:
“No sólo la crisis y la pandemia, también la digitalidad está cambiando a la sociedad, sobre todo a las generaciones más jóvenes. Se multiplican los “trabajos” en servicios de reparto y apps de transporte, los empleos a comisión (por ejemplo, en telemarketing), y las oportunidades que ofrece la economía de plataforma para la creación de pequeños emprendimientos comerciales. Los referentes de éxito de esta nueva etapa no son líderes que construyen grandes organizaciones o gestas colectivas, sino individuos: una sociedad de ídolos sueltos, de millonarios gracias a la especulación con criptomonedas, influencers que facturan vía YouTube y referentes del trap y del hip hop que ya no apuestan al trabajo común de la banda (de cumbia, de rock) sino al talento individual de un artista que lo único que necesita para triunfar es un teléfono.”
Es un mundo individualista, sin gestas colectivas, con soluciones para pocos, donde no es fácil tener esperanzas de vivir mejor.
Hace un momento escuché en un programa de televisión hablar de “territorialidad digital”. Esta aparente contradicción se refiere a un plano donde hoy se resuelven muchas de las cosas que nos atañen y, probablemente, haya influido en el triunfo de Milei.
También es un mundo sumergido en una crisis ambiental nunca vivida por nuestro planeta, y no es una fantasía pesimista pensar que, si no hay un cambio rotundo que reduzca las causas de la contaminación, podemos llegar a un colapso de la Tierra.
No es menor el hecho de que hay un sistema de medios que responde a una direccionalidad política (como en México, Brasil, y otros lugares) y a los intereses de las corporaciones que han concentrado el poder económico en el mundo., y que difunde permanentemente noticias negativas, imágenes y notas sobre gente que se va del país y ha encontrado la felicidad.
No es fácil mantener el ánimo y la fe.
Y Milei encontró la brecha e instaló su personaje bizarro y disruptivo, aunque su discurso no fuera original, y tuviera antecedentes en otros lugares con discursos fascistas y de derecha.
Lo analiza Natanson:
“La tercera, que apareció en su discurso de ayer (de Milei), es la reivindicación de Menem y Cavallo como artífices del último plan anti-inflacionario exitoso, una operación simbólica audaz que ubica a Milei en el grupo de líderes de extrema derecha que bucean en el pasado para encontrar su lugar en el presente: el Tea Party como antecedente de Donald Trump, Vox y el franquismo, José Antonio Kast y el pinochetismo, Jair Bolsonaro y la dictadura brasilera.”
¿Y ahora?
¿Qué podemos hacer para no se destruyan muchas de las cosas buenas e importantes que se han desarrollado en Argentina, y que muchos países desearían tener?
Hay una afirmación de Natanson que me parece difícil de discutir:
“La idea de que las elecciones se ganan aumentando las jubilaciones o subiendo el piso del impuesto a las ganancias se demostró falsa: hay una parte del drama que no se resuelve con más gasto, que no entra en el IFE, la suma fija o el “plan platita””
Entonces, ¿qué se podría hacer para que no triunfe una propuesta que, en las palabras por lo menos, amenaza al modo de vida que muchos/as consideramos como necesario para concretar la vida que sentimos como mejor para Argentina?
Tendría que ser tan creíble que llevara a los más cinco millones que no votaron en las PASO a hacerlo en las próximas elecciones generales.
Tendría que mostrar cómo va a terminar con la inflación y, también cómo va a hacer para que el FMI no nos obligue a ajustes que pagan los sectores más vulnerables.
Si se logra desarrollar una propuesta válida de este tipo, es posible que vuelva a votar aquella gente que todavía espera un proyecto justo socialmente, pero eficiente, y que permita una vida mejor que la actual.
Ya está muy larga la entrada. Voy a terminarla después de un breve párrafo sobre el “shock”, que muchos enarbolan como una necesidad que justifica el voto a Milei.
Más allá de la necesidad de saber qué significaría el shock de Milei, vistos los cambios que está dando en las medidas tremendas que proponía, considero que creer que un cambio disruptivo de este tipo pueda encerrar la salvación del país, es una forma de “pensamiento mágico”, que no nos sirve para definir algo tan serio e importante como una estrategia de país.
Espero que podamos poner en marcha de una buena vez un proyecto de país dentro de lo que llamamos campo popular y nacional.
Creo que Massa reúne condiciones para desarrollarnos en la línea de un país industrial y próspero que genere riqueza y empleo para que–controladas las variables de la economía que necesitamos para empezar a salir de la pobreza y la miseria- nos integremos en proyecto latinoamericano distinto del que nos proponen los países centrales.
AMÉRICA LATINA TIENE LAS CONDICIONES PARA LIDERAR UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR.
ARGENTINA TIENE QUE ESTAR AHÍ.
NO VOTEMOS A QUIENES DICEN QUE SUS REFERENCIAS SON EEUU E ISRAEL, COMO LO AFIRMÓ MILEI. PUEDEN LLEVARNOS A UNA CRISIS MUCHO PEOR QUELA REALIDAD ACTUAL.
YA SALIMOS DE UN 2001, TAL VEZ NO PODAMOS OTRA VEZ.
Recomiendo su lectura porque, si bien el furor sobre este tema que, en cierto momento, fue una tendencia abrumadora, ha decrecido, sigue siendo algo que no se detendrá, al contrario, como hemos visto siempre con los progresos tecnológicos, seguirá su avance, pese a quien le pese.
Sin embargo, voy a destacar algunos párrafos, después de reiterar que me parece valioso conocer esa breve historia de la IA para no creer –hay mucha gente hablando de lo que no conoce (opinadores tecnológicos)- que es un proceso surgido repentina y mágicamente.
Lo primero es la definición inicial, más allá de la dimensión que puedan tomar estos algoritmos y del revuelo que se ha formado sobre ellos:
“Si bien la inteligencia artificial lleva a imaginar máquinas capaces de pensar y actuar como personas, la realidad es que se refiere a programas que pueden definir patrones, problemas y, hasta cierto punto, aprender: muy útil cuando de clasificar o interpretar gran cantidad de datos se trata.”
Se ha hablado mucho sobre lo siguiente:
“El pasado 26 de marzo la banca de inversión Goldman Sachs presentó un informe en el que señala que la AI podría reemplazar el equivalente a 300 millones de empleos de tiempo completo y podría reemplazar una cuarta parte de las tareas laborales en EE.UU. y Europa y eventualmente podría aumentar el valor anual total de los bienes y servicios producidos a nivel mundial en un 7%.”
El riesgo es real, y no son fenómenos nuevos: recordemos el impacto de la Revolución industrial en los siglos XVIII y XIX.
Es más, “Elon Musk ya hablaba del tema en 2017, pero con el foco en la tecnología, cuando en la Cumbre Mundial de Gobierno sostuvo que habrá que implementar algún programa parecido frente al “desempleo masivo” porque “cada vez habrá menos trabajos que un robot no pueda hacer””. (https://puntoconvergente.uca.edu.ar/renta-universal-avance-tecnologia/).
…
“El Salario Básico Universal es una propuesta que cada vez tiene más adeptos. Sebastián Campanario, Alejandro Melamed y Matías Ghidini, especialistas en el mercado laboral, dan su visión sobre la implementación de un programa de ingresos para los habitantes y analizan la relación humano-algoritmo.
El historiador Yuval Harari y el empresario Elon Musk plantearon la necesidad de discutir sobre la Renta Básica Universal frente al avance de la inteligencia artificial, un debate que en la Argentina se reavivó con el advenimiento de la pandemia.”
…
“La propuesta del Salario Básico Universal consiste en un ingreso regular, sin contraprestaciones y para toda la población de un territorio por parte del Estado.”
¿De dónde saldría el dinero?
De las rentas extraordinarias que las empresas (tecnológicas, claro, pero también financieras, del agro, farmacéuticas, y todas las que se han beneficiado con esto, como ya lo he mencionado en otra oportunidad:
“El 10% más rico de la población mundial se lleva actualmente el 52% de la renta mundial, mientras que la mitad más pobre obtiene el 6,5% de la misma informó este martes la subdirectora general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas.” (https://news.un.org/es/story/2023/02/1518412#)
No soy ingenuo, si el mismo Elon Musk se dedica a programar viajes al espacio, mientras millones de hombres y mujeres mueran en la Tierra, de hambre, de sed, de enfermedades curables, por la guerra, está claro que no será fácil que se aboquen a esto, pero si la falta de sostenibilidad social y ambiental ponen en juego la vida sobre el planeta, es esperable que todos/as los/las que moriremos (no soy apocalíptico, es real) hagamos algo para tomar medidas que permitan la supervivencia de la especie.
No vamos a caber todos/as en los cohetes de Musk, así que…
Algo más:
“Con el objetivo de poner los sistemas de Inteligencia Artificial al servicio de la humanidad, las personas, las sociedades y el medio ambiente y los ecosistemas, así como para prevenir daños, los 193 Estados miembros de la Conferencia General de la UNESCO adoptaron, en noviembre de 2021, la “Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial”, primer instrumento normativo mundial sobre el tema. Del 6 al 10 de marzo se llevó a cabo en Montevideo el Encuentro Latinoamericano de Inteligencia Artificial Khipu 2023, del que surge la Declaración de Montevideo sobre AI y su impacto en América Latina.
Convocado por la organización sin fines de lucro Khipu, se llegó a una declaración final donde se promueve que la AI debe ser puesta al servicio de las personas, que su implementación debe cumplir con los principios rectores de los DDHH, por los que la IA no debe dañar a personas y minimizar el impacto ambiental, mejoras en las condiciones de trabajo, diversidad cultural y fortalecer la soberanía de los países latinoamericanos.” (Amestoy)
Está bien, las declaraciones no son más que eso, habrá que ver cuántos países adhieren finalmente, y en serio, pero ya hay 193 que apoyan.
No es poco.
En realidad, las conclusiones de la nota no son muy alentadoras –con una buena dosis de realismo, en verdad-, pero la verdad es que no habrá cambio posible si no hay un fuerte compromiso de la sociedad, lo cual incluye, obvio, a los políticos, si la sociedad demuestra interés en que la realidad mejore.
Mi hija me regaló Acerca de Roderer de Guillermo Martínez (Bahía Blanca, 1962), publicado en 1993, y que es su primera novela.
Ya había leído otras novelas de Martínez: Yo también tuve una novia bisexual (2011), Crímenes imperceptibles (2008), que fue llevada al cine por Álex de la Iglesia como Los crímenes de Oxford y La muerte lenta de Luciana B (2007), que fue adaptada por el director argentino Sebastián Schindel en la película La ira de Dios.
Esperaba una novela semejante a las que había leído. De Crímenes imperceptibles, Wikipedia dice: “novela de trama policial, que conjuga elementos tomados de la filosofía, matemática y otras ramas del saber, al narrar los actos de un asesino múltiple, cuyos crímenes siguen una serie aritmética, con intrigas, ambigüedades, lógica y teoremas matemáticos involucrados.
En la obra aparecen algunos sesgos ligeramente autobiográficos, dado que los protagonistas son un joven matemático argentino becado en Oxford y su profesor, un eminente especialista en lógica.
A lo largo de toda la novela, existen una serie de elementos simbólicos que, en tanto símbolos, remiten al lenguaje matemático, al álgebra y a la lógica, dentro de una estructura narrativa de policial inglés clásico.”
De La muerte lenta de Luciana B leo una sinopsis de Librenta:
“Diez años después, nada queda en Luciana de la muchacha alegre y seductora a la que el famoso escritor Kloster dictaba sus novelas. Tras la trágica muerte de su novio y, después, uno a uno, las de sus seres más queridos, Luciana vive aterrorizada, atenta a cada sombra, cada persona que pasa a su lado, con la sospecha de que esas muertes son parte de una venganza metódica urdida en su contra, un círculo que sólo se cerrará con la séptima víctima. En la desesperación más absoluta, recurre a la única persona capaz de adentrarse en el siniestro universo de Kloster. Los cuadernos de notas de Henry James y una Biblia de Scofield serán claves en un pasaje sin retorno a la región más primitiva del mal.
¿Podría un asesino simular cuidadosamente el azar, concebir una geometría de muertes y quedar impune? ¿Cuál es el castigo para el que nos ha despojado de todo y nos ha causado el máximo dolor?”
Hay elementos comunes en estas dos novelas: son policiales, o sea que, en ellas se usa la observación, el análisis y la deducción para resolver un enigma, normalmente un crimen, y encontrar al autor y el móvil; también hay referencia a las matemáticas y a la filosofía, particularmente a la Lógica.
Acerca de Roderer es distinta, no hay un crimen a resolver en el inicio, pero sí un camino hacia una muerte personal, que se va haciendo inevitable, aunque no lo sepamos hasta el final. Sin embargo, la narración construye un camino de suspenso hacia el desenlace de una manera propia de la novela policial.
El comentario de La muerte lenta de Luciana B menciona al mal y acá encontramos un tema que hay que mencionar para comentar Acerca de Roderer.
El mismo autor dice en Literatura y racionalidad, publicado en La Nación, en 1994:
“Así, la racionalidad es un proceso. Un proceso que avanza entre contradicciones, aproximaciones sucesivas, límites difusos y teorías siempre precarias, siempre provisorias, en la tierra de nadie de la realidad.
Mirando por un momento las cosas de este modo, mirando a la razón como una facultad viva y cambiante, tiene sentido preguntarse si no será posible refundar el entendimiento sobre una nueva forma de racionalidad, más ampliada, más sutil, más potente, que escape por igual a Kant y a Gödel y de la cual la razón filosófica tal como se conoció hasta ahora sea un caso “limitado” y particular. Mi novela Acerca de Roderer es una ficción en torno a esta pregunta, que equivale en el fondo a preguntarse sobre la posibilidad o imposibilidad de reinstalar una visión prometeica en esta época de pactos fáusticos.”
Esta afirmación contextualiza con claridad la novela que quiero comentar. Y hace necesario desarrollar el tema de los mitos de Fausto y Prometeo, tan presentes en la historia de la cultura occidental.
“En la mitología griega, Prometeo (en griego antiguo Προμηθεύς, ‘previsión’, ‘prospección’) es el titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus por este motivo.” (Wikipedia)
Esto trajo a la sociedad beneficios importantes para su prosperidad. De allí, que el adjetivo prometeico sirva para calificar a aquella persona cuya actitud le da al Hombre conocimientos transcendentes que elevan su espíritu hacia lo épico; lo ético o lo místico, mejorando su condición y haciéndolo mejor.
En cambio, Fausto es “un hombre inteligente y de gran éxito, pero también insatisfecho con su vida, por lo que hace un pacto con el diablo, entregando su alma a cambio del conocimiento ilimitado y los placeres mundanos. La historia de Fausto, que remite directamente al tema de Job (el justo que sufre injustamente), es la base de muchas obras literarias, artísticas, cinematográficas y musicales. “Fausto” y el adjetivo “fáustico” implican una situación en la que una persona ambiciosa renuncia a la integridad moral para alcanzar el poder y el éxito durante un plazo limitado.” (Wikipedia)
O sea que lo fáustico se refiere al hombre que abandona los principios y valores personales para conseguir conocimiento, riqueza u otros beneficios.
Esta visión dicotómica, de algún modo es un planteo de “blanco y negro”, con claras implicancias morales, y tiene que ver con la misma concepción de lo que es –o debiera ser o buscar-el SER humano.
Esta valoración es la que lleva a la búsqueda del fuego de Prometeo que hacen los protagonistas de la novela: Gustavo Roderer y el narrador (nunca supimos su nombre), dos adolescentes que viven en un pueblito imaginario al lado del mar –Puente Viejo- y que se conocen en el Bar Olimpo donde se jugaba al ajedrez –también al billar, un clásico bar argentino de otras épocas.
Se enfrentan al ajedrez –el narrador era un ajedrecista que se preparaba para el Torneo Abierto Anual- y Roderer lo vence sin dificultades.
Luego, explica lo que significaba el ajedrez para él:
“-Es que el ajedrez … -dudó, como si fuera a encogerse de hombros-. Nunca me interesó demasiado. Era sólo un experimento; un modelo. En pequeña escala, por supuesto.”
Su búsqueda era de otro nivel y tiene que ver lo que dijo el autor: es una búsqueda a lo Prometeo, pero un Prometeo de hoy, de esta etapa de la humanidad, con toda la historia del pensamiento como base, y sin límites: un viaje hacia lo desconocido, y aterrador.
Algo más dice el autor:
“El error, siempre el mismo, está en considerar el dominio de lo racional de una manera injustamente estrecha, como un conjunto acabado e inmutable de operaciones lógicas, una especie de tabla definitiva de silogismos; en una palabra, confundir a la razón con la parcela que utilizan, sobre todo, los matemáticos y los científicos. Pero ni siquiera en estos dominios la razón es algo acabado y rígido: así, por ejemplo, Lobachevsky, al negar el quinto postulado de Euclides, no solo expandió la geometría sino también la razón matemática, y en la física contemporánea dar un modelo adecuado para el mundo subatómico equivale a encontrar una lógica suficientemente elástica para explicarlo.” (Literatura y racionalidad,1994)
Gustavo Roderer y el Narrador son los protagonistas-antagonistas que transitan caminos paralelos en sus vidas que se cruzan en un mundo lleno de acechanzas y tentaciones. Ambos buscan realizar sus destinos, el sentido de sus vidas.
Se enfrentan a lo mismo: lo demoníaco y lo maligno, la seducción de las mujeres, las formas precarias de existencia, la droga, la guerra e incluso la muerte, pero sus búsquedas son de distinto orden. Comparten un lapso en el Colegio, al que Roderer acepta ir por obligación, pero sin prestar ninguna atención a sus profesores, lleva sus libros (filosofía, arte, ciencia, historia), lee y anota lo que le interesa.
En cambio, el narrador es un muchacho brillante, que quiere realizarse por los caminos comunes que le ofrece la vida y triunfar en ellos. Elige estudiar Matemáticas (Roderer se lo aconseja porque la Filosofía y la Teología están muertas), se va a estudiar a Buenos Aires y, luego, consigue una beca para Cambridge.
Es claro el sesgo autobiográfico en este personaje como en Crímenes imperceptibles, pero me parece que Roderer es también el autor, y comparte su búsqueda ontológica –que incluye la pregunta de qué es la Ontología.
Es llamativo el hecho de que Roderer alcanza –a costa de sí mismo- a entrever algo de lo que buscaba, pero no sabemos lo que es, salvo que pareciera que entró a un mundo que está más allá y más arriba.
Es Prometeo y Fausto a la vez, y esto último tal vez explica su desenlace trágico, el que, sin embargo, lo haya hecho también Prometeo.
No es casual que esta novela haya sido analizada desde una perspectiva teológica:
“En este ámbito se despliega el conflicto de Roderer como un problema espiritual que atañe específicamente a la esfera del conocimiento y desemboca en la viejísima tentación: ser como Dios, ocupar el lugar de Dios, que concreta lo que se conoce como mysterium iniquitatis. Si bien este hecho está en la intención del protagonista desde el principio, el lector accede al mismo mediante los sucesivos descubrimientos y comentarios del Narrador, quien juega contrapuntísticamente con Roderer. La búsqueda del conocimiento total, “soberbio y virtuoso”, la persecución del logos divino, es realizada por Roderer a través de una lectura y relectura obsesiva de textos de diversa especie, actividad que lo lleva a dejar la educación formal y a vivir en una permanente vigilia pensante.” (Alicia Inés Sarmiento, Acerca de Roderer de Guillermo Martínez: el mysterium iniquitatis en el fin de siglo literario, CUADERNOS DEL CILHA. Nº 7/8 (2005-2006).
Para explicar mysterium iniquitatis (el misterio de la iniquidad o el mal) copiaré esta cita de Juan Pablo II (Audiencia General, 1984):
“Al intentar reconstruir una imagen sintética del pecado, nos servimos también de todo lo que dice de él la variada experiencia del hombre a lo largo de los siglos. Pero no olvidamos que el pecado es en sí mismo un misterio de iniquidad, cuyo comienzo en la historia, y también su desarrollo sucesivo, no se pueden comprender totalmente sin referencia al misterio de Dios-Creador, y en particular del Creador de los seres que están hechos a imagen y semejanza suya. Las palabras del Vaticano II que acabamos de citar, dicen que el misterio del mal y del pecado, el “mysterium iniquitatis”, no puede comprenderse sin referencia al misterio de la redención, al “mysterium paschale” de Jesucristo, como hemos observado desde la primera catequesis de este ciclo.”
Tampoco es casual que el narrador vaya a la casa de Gustavo a buscar un libro ficticio de un autor inexistente, cuyo título es La Visitación y su argumento y la discusión posterior remiten a la novela Doktor Faustus de Thomas Mann. El narrador y Roderer toman un café hablando de ella. Esa conversación es clave para entenderla.
En relación con episodio de un personaje de la novela con una prostituta, Gustavo dice lo siguiente:
“Ese romance con la prostituta, ¿no es un poco decepcionante? Por lo menos, hay que reconocer, es extraño. Extraño, por supuesto, respecto de la personalidad de Lindström, la aventura en sí es muy vulgar, casi un lugar común de la literatura; se nota incluso que a Holdein le incomoda contarla: está narrada, y no por puritanismo, del modo más indirecto posible, y como no puede justificarla termina hablando de una “transformación química” en la naturaleza de Lindström. Toda la historia parece insertada. ¿Pero por qué necesitaba incluirla?
-Se explica más adelante -dije yo-: representa la perdición, el acto en que Lindström sacrifica su salvación.
-Se dice eso, es cierto; pero no deja de sonar como una justificación a posteriori, un esfuerzo de astucia para no retroceder ante lo escrito, para salvarlo yendo más allá, y en el fondo sólo consigue empeorar las cosas. Porque el amor puede provocar mil caídas, pero no la perdición. Es un terreno demasiado resguardado por lo divino; en todo abrazo, aun en el que pueda parecer más depravado, hay un vestigio religioso, un eco de la comunión. -No necesito decir lo desconcertantes, lo insólitas que sonaban en su boca palabras como “amor” o “abrazo”. Y sin embargo yo no dejaba de sentirme algo impresionado, porque Roderer, que después de todo tenía la misma edad que yo, parecía saber hondamente de qué estaba hablando. -La perdición -dijo y su voz vibró por un instante, antes de recuperar la frialdad de siempre- se supone que es un acto solitario, a espaldas de todos los hombres; un acto, además, que debe ser tan terrible como para desafiar una misericordia infinita. Hay en realidad una sola ofensa a Dios sin retorno: el intento de suplantarlo
-El asesinato como en Dostoievski –dije yo.
-O el conocimiento –y debió advertir en mí un gesto de sorpresa porque añadió secamente – No por supuesto las cuatro o cinco leyes con que se entretienen los hombres; no las sobras, la cuota de sabiduría tolerada, sino el verdadero conocimiento, el logos, que resguardan juntos el diablo y Dios.”
Eso –el Logos– es lo que busca Gustavo. Es una aventura espiritual – ¿un viaje hacia el Sol, como Ícaro? – en la que parece haber un pacto mediante el cual Roderer consigue tiempo para alcanzar la meta de la iluminación, tiempo que habría de convertirse en el de su propia y breve vida solitaria y enferma, gracias al consumo de opio para alcanzar los estados de mayor lucidez.
No hay manera de que intente ahondar más en esta obra–una nouvelle, en realidad-, aunque quedan varios temas posibles.
Me ha dado mucho trabajo cerrar esta entrada, porque es una narración que cumple el pensamiento del autor, hablando de la novela:
“es un artefacto autónomo, con sus propias leyes y artificios, que no tiene por qué guardar correspondencias con los modos y usos en que se confunden poder y lenguaje en el mundo prosaico y real y político que le toca (al autor) como ciudadano. Cualquier escritor sabe también que debe crear su propio registro, su retórica para cada nuevo libro, como una lengua dentro de la lengua y que esa selección, ese proceso de “extrañamiento” debe independizarse y enfrentar no sólo la lengua del poder, sino también las fuerzas anodinas de la costumbre, el peso de lo “ya hecho”, las diferentes tradiciones, la historia de la literatura.” (2005)
ES UNA NOVELA DISTINTA, QUE VALE LA PENA LEER, AUNQUE TENGA MOMENTOS DE PLANTEOS TEÓRICOS PROFUNDOS, COMO ALGUNOS QUE HE CITADO, PERO ASÍ ES EL TEMA QUE SE ABORDA.
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