En el Espacio de
Opinión Blanco&Negro del Diario Los Andes del 19 de agosto de 2019 se
plantea el tema de la prisión perpetua a raíz de fallo del Juez Eduardo
Martearena, que, argumentando que era inconstitucional, se negó a la condena de
prisión perpetua decidida por el jurado popular en contra de tres imputados,
acusados de asesinar a un cuidacoches.
Las dos opiniones
son:
La
prisión perpetua: hay que aplicar lo que prevé el Código Penal – Por Marcelo
Rubio
La
prisión perpetua: a favor de la dignidad humana – Por Carlos Moyano – Abogado.
Universidad Nacional del Litoral.
Solo voy a utilizar la nota de Moyano, porque la otra solo
reproduce los criterios oficialistas y refleja de alguna manera la opinión y
sentimiento de un sector no menor de la sociedad que sostiene la necesidad de
mano dura para resolver los problemas de inseguridad que padecemos en nuestro país.
Está claro que esto no sucede solo en Argentina, pero esta decisión del Juez
Martearena ha puesto el tema en un punto muy polémico, que, en algún modo,
divide a la sociedad, aunque la sectorización es compleja.
La opinión de Moyano se inscribe en una posición jurídica que
podría tener como referente al Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, lo cual complica el
análisis por su pública adscripción política al kirchnerismo, lo que lo puso en
la mira de los trolls macristas y, por lo tanto, de todos/as los/las que han
asumido la estrategia de descalificación desde antes de las elecciones del
2015. Por lo tanto, se hace difícil analizar con alguna objetividad la
controversia.
A pesar de esto, por ser parte de una sociedad que tiene que
enfrentar crímenes aberrantes, y que no puede quedar indiferente ante estos,
reconozco que es difícil no sentir que los responsables merecen lo peor.
Recordemos que hay gente que defiende la implantación de la pena de muerte como
medida (es conocido que en los lugares que se la utiliza no ha producido los
efectos que se buscan) de combatir el delito.
Esta etapa electoral también complica el análisis porque es
poco probable que algún candidato o político de cierta relevancia cuestione la
prisión perpetua; sin embargo, creo que es positivo leer la nota de Moyano,
clara y contundente: no hay manera de no entender esta pena como una variante
de la Ley del Talión: ojo por ojo, diente por diente.
Sin embargo,
creo que es válido el análisis y discusión del tema, porque el sistema jurídico
y carcelario es inhumano y vergonzante, y deberíamos plantearnos cómo.
No podemos dejar de buscar una
sociedad más justa que reconozca que cada hombre y mujer vale lo mismo, también
debemos hacernos cargo de que esta injusticia excluye, que los excluidos viven
en mundo cruel, y que es nuestra obligación moral tratar de que tengan
oportunidades equivalentes a las de los incluidos.
Ojalá que les sirva. Les dejo el link
en el que se encuentra la nota
La prisión perpetua: a favor de la
dignidad humana – Por Carlos Moyano
La sociedad mendocina hace unos días abrió un debate a
partir de la declaración de inconstitucionalidad de la pena a prisión perpetua
dictada por un juez después de que un jurado popular hallara culpables a los
imputados.
Diversas voces comenzaron a escucharse, entre ellas la de la
máxima autoridad de la provincia quien, tal vez desde el oportunismo político,
la demagogia punitiva y/o el desconocimiento del derecho, una vez más, avasalló
la división de poderes a través de la amenaza de enjuiciamiento a los jueces
provinciales por el contenido de una sentencia.
Eso, en total violación de nuestra Constitución Provincial,
la cual les veda a los funcionarios de los otros poderes del Estado efectuar
declaraciones públicas respecto de causas en trámite.
No obstante, la discusión va más allá de la opinión
interesada de un político.
Los mendocinos debemos sincerarnos y crecer como sociedad.
Ante hechos inhumanos, como un delito aberrante, no podemos responder con más inhumanidad,
como la pena a prisión perpetua, se siembra más violencia como respuesta a
ella.
¿Por qué la prisión perpetua es inhumana? Porque nuestro
sistema carcelario no da respuesta al mandamiento Constitucional – Convencional
de que las cárceles no son para castigo sino para resocialización del reo. En
las cárceles de Mendoza nadie puede salir mejor de lo que entró por la
situación en la que cumplen su pena, con estado de hacinamiento debiendo orinar
en botellas, convivir con roedores o con los oídos tapados para que no se le
introduzcan cucarachas, que, si no fuera por la loable tarea del personal
penitenciario, ya habría colapsado. Si alguien es condenado de por vida a esto,
es condenado a una pena de muerte solapada.
Quienes en ejercicio de la función pública están a favor de
la prisión perpetua, primero deberían garantizar un sistema carcelario que
sirva para que un ser humano, de por vida, se encuentre en estado de encierro,
intentando que su vida dentro de la cárcel sea útil para él y para la sociedad.
Deberían diseñar un sistema carcelario contrario al vigente en Mendoza, en
dónde los presos deben estar luchando cada día para sobrevivir en condiciones
infrahumanas. Pero en las condiciones actuales, la pena perpetua es una condena
cruel, inhumana y degradante y por lo tanto es una condena contraria a nuestros
mandamientos constitucionales.
¿Alguien de nosotros puede imaginarse un correctivo más
inhumano que la condena perpetua? Algunos dirán, pero lo que hizo es para que
“se pudra en cárcel”, en mi opinión ese pensamiento nos trasforma en menos
humanos, porque si alguien cometió un delito, por más atroz que éste resulte,
lo que debemos procurar es que nunca más lo cometa y pueda reinsertarse entre
nosotros.
Planteo difícil en estas épocas, donde a la sociedad se le
traslada el falaz mensaje de que la seguridad de todos se logra con menos
garantías y más leyes punitivas. Esto es manipular el objeto de la seguridad,
desviando la mirada y que no se perciba el origen de la misma que no es ni más
ni menos que la deficiencia en derechos sociales básicos que deben ser
garantizados por las autoridades estatales. Se atacan las consecuencias, pero
no las causas. ¿Será que atrae más al votante una pena a perpetua, que una
escuela nueva, y que se acabaron los estadistas?
En mi opinión, utilizar a los seres
humanos para dar sensación de seguridad o aparentar que el Estado actúa, es una
derrota de los derechos y garantías constitucionales. La humillación a la
dignidad humana, a través del encierro perpetuo, es una derrota de todos como
sociedad.
Ayer, me llegó esta nota de El País, y la comparto para que
conozcan cómo se viendo la situación de nuestra Patria. Más allá del tono
tremendista, la descripción es real: los supermercados se llenaron de gente que
se preparaba para el desastre.
Estamos en una situación delicada, pero no estamos al borde
del desabastecimiento y del corralito. Ha habido una corrida cambiaria, pero no
bancaria. Sin embargo, mucha gente ha entrado en pánico, y está haciendo lo
contrario de lo que hay que hacer en situaciones como éstas.
Es cierto que un rasgo propio de esta época, aquí, y en el
mundo, que es la INCERTIDUMBRE, se
ha agigantado exponencialmente en Argentina.
Veníamos diciendo que todas las variables, sobre todo
económicas, pero, también sociales y políticas, daban mal. El Gobierno, que uno
supone que lo sabía, trataba de taparlo con un relato fantasioso y perverso.
Con el apoyo de medios de comunicación amigos (¿cómplices?), y una red de
trolls pagados por el Estado, construyó un relato de un camino necesario hacia
un futuro promisorio. En más de una ocasión en mis blogs lo describí como una
MATRIX, que le sirvió para ganar elecciones en el 2015 y 2017, pero era
imposible que pudiera con la tormenta que la gestión macrista había desatado
sobre Argentina.
Sobre la base de los microdatos de la Encuesta Permanente de
Hogares (EPH) relativos al primer trimestre de 2019 que publicó el Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INDEC), surge información incontrastable que
indica que, en los últimos doce meses, en la Argentina se crearon casi cuatro
millones de nuevos pobres y un millón de nuevos indigentes.
Esto significa que, sobre una población urbana de 40.500.000
personas, hay 13.800.000 pobres, con un aumento en doce meses de 3.600.000
nuevos pobres. De esos totales, los indigentes urbanos suman 2.900.000, con un
incremento de casi un millón de nuevos indigentes.
Según Infobae, unas cincuenta pequeñas y medianas compañías
están cerrando por día en la Argentina debido a la crisis económica,
advirtieron en la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) y en la
agrupación Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC).
Según la AFIP, son 43 empresas las pymes que cerraron por
día entre enero y abril de 2019, y dejaron de existir 5170 firmas en ese
cuatrimestre. En un año ya superan las 12 mil. La cantidad de empresas activas
es la más baja desde abril de 2010.
Finalmente, se perdieron 266000 puestos de trabajo en un
año.
Argentina era –y debe seguir siéndolo- un país distinto en
América Latina. Siempre nos enorgullecimos de tener una clase media que en
otros países no había. En gran medida, esas pymes que están cerrando eran las
que proveían esos empleos que se perdían.
Por esto, este modelo, semejante al de Chile o Australia,
aspira a que Argentina se quede con la producción de algunas commodities
exportables y no desarrolle productos industriales ni avance en Ciencia y
Tecnología.
No había manera de que no se produjera una crisis como la
que sucedió. Argentina cuenta con una organización social, política y sindical
también única en América Latina (y tal vez más allá). No podía no haber
reacción, los argentinos no íbamos a permitir que destruyeran nuestro sistema
de vida. Con este modelo del Gobierno de Macri, 20 millones de argentinos/as
debían desaparecer porque no tenían cabida en este sistema productivo
primarizado.
Era una posibilidad real –más allá de las diferencias
epocales-, que se desataran protestas que podían tener consecuencias trágicas,
como en el 2001. Sin embargo, casi todos los sectores tuvieron una actitud
prudente, sin abandonar las denuncias y los reclamos.
Y sucedieron las PASO, estas elecciones Primarias Abiertas
Simultáneas y Obligatorias tan controvertidas por estos días, y que habrá que
revisar.
Las encuestas más difundidas daban ventaja a la fórmula
Fernández – Fernández, con diferencias de por lo menos dos puntos, aunque había
de todo un poco, inclusive el viernes previo a las elecciones, se difundió una
encuesta que mostraba paridad entre Fernández y Macri, y se generó una injustificada
euforia bursátil (personalmente, escribí una entrada: ¿OYERON HABLAR DEL
“BOOSTING” ELECTORAL? http://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2019/08/10/oyeron-hablar-del-boosting-electoral/),
en la que dudaba de esas predicciones).
En realidad, había otras encuestas que estaba mucho más
cerca de lo que en definitiva pasó. La que más cerca estuvo del resultado fue
Proyección, que registró 45,1% de intención de voto para el Frente de Todos y
30,2% para Juntos por el Cambio. Es decir, una diferencia de 14,9 puntos, a
0,67 décimas de la diferencia real.
La sociedad argentina supo analizar la situación del país, y
elegir una alternativa política que le ofreciera la esperanza de recuperar la
calidad de vida perdida.
O sea que se confió en una salida democrática, como
correspondía; es cierto, falta mucho tiempo para el 10 de diciembre, cuando
debe asumir el nuevo Gobierno, y la situación es difícil, pero es importante
que el pueblo haya superado toda la engañosa estrategia político electoral del
Gobierno, y haya actuado con la madurez política requerida.
Será necesario tener la tranquilidad necesaria para avanzar
hacia las elecciones de octubre, si es que no se adelantan, como algunos lo han
reclamado para evitar que el deterioro del país se profundice. En este sentido,
el Gobierno no ha estado a la altura de la situación, y ese es uno de los
factores que acentúa la incertidumbre.
Confiamos en que la sociedad en su conjunto siga manteniendo
la actitud de sensatez que lo ha caracterizado hasta ahora, a pesar de la
emergencia social en que estamos viviendo.
Que no se cumplan los negros augurios de El País, que una vez más
los/las argentinos/as salgamos de la crisis, como ocurrió en el 2001.
Que el próximo Gobierno sepa conducir ese proceso que nos lleve a la
estabilidad económica y social que merece la Patria.
La nota En
El País, 16/08/2019
Los
argentinos encienden las alarmas de otra crisis terminal
El último
derrumbe del peso activa las estrategias de una población habituada a
situaciones
Los
argentinos sienten en la piel la inminencia de una gran crisis. Es una
sensación casi imperceptible, un malestar que recorre todo el cuerpo e insinúa
que algo no anda bien tras la calma de un día cualquiera. El malestar crece
poco a poco hasta que se transforma en preocupación y luego en angustia. La
realidad, finalmente, termina dándoles la razón. Esta vez llevan tiempo con la
piel erizada, atentos a una nueva debacle. En las calles de Buenos Aires se
respira crisis.
Las elecciones primarias del domingo, que dieron un
abrumador triunfo al kirchnerista Alberto Fernández por encima del liberal
Mauricio Macri, consumaron los peores augurios. El peso se desplomó casi 30%
desde el lunes y la Bolsa perdió en una sola jornada el 38% de su valor, la
segunda mayor caída en la historia de los mercados. El bloqueo político entre
un presidente sin poder y un ganador que debe convalidar su título en octubre
complica aún más las cosas. ¿Qué hacen los argentinos ante la catástrofe? Lo
que han hecho siempre: aguantar.
“El lunes fue un desastre, hice cuatro ventas en todo el
día”, dice Carlos Gutiérrez detrás del mostrador de un local de venta de comida
para mascotas en Villa Urquiza, un barrio de clase media de Buenos Aires. El
martes, Gutiérrez recibió por WhatsApp el mensaje de uno de sus proveedores: “A
raíz del aumento que ha sufrido el dólar, nos vemos obligados a incrementar la
lista de precios un 15% a partir del día de la fecha”. Tiempo después, otro
vendedor le advertía de que “debido a la incertidumbre” había decidido
suspender las ventas durante una semana. Mientras tanto, le aconsejaba que
“aumente la mercadería un 12%”.
Puede elegirse como punto de partida mayo del año pasado,
cuando el presidente Mauricio Macri anunció el inicio de una negociación con el
Fondo Monetario Internacional. Macri presentó como una bendición que el resto
del mundo confiaba tanto en su Gobierno que estaba dispuesto a prestarle
dinero, muchísimo dinero. Finalmente, fueron 57.000 millones de dólares, un
récord sin precedentes. Con la vuelta al Fondo, los recuerdos de las peores
crisis arruinaron el sueño de los argentinos, que desde entonces se prepararon
para lo peor. Y lo peor sucedió.
El deterioro fue veloz. A principios de mayo se necesitaban
21 pesos para comprar un dólar. En octubre ya eran 41. Y este miércoles, 63. El
Gobierno intentó contener la caída de la moneda local con tasas de interés de
hasta 70% y la economía colapsó. El consumo se detuvo y crecieron la pobreza y
el desempleo. Miles de pequeñas empresas cerraron. Óscar Ferraro tiene 65 años
y desde hace 25, cuando perdió su trabajo como gerente comercial de una
multinacional que se fue de Argentina, vende insumos de oficina a grandes
empresas. Timonel en mil crisis, sabe cuándo el mercado tambalea. Lleva tiempo
con el termómetro en números rojos y el lunes puso en práctica toda su
experiencia. “Como en la hiperinflación de Raúl Alfonsín o la debacle de 2001”,
dice.
El
“canibalismo” de la crisis
Ferraro acaba de transferir a la cuenta de un proveedor de
cartuchos de impresora el dinero de una compra que realizará mañana. “El martes
pasé precios a un cliente con un dólar a 61 pesos y hoy mi proveedor ya me
pidió 63. Entonces pagué por adelantado para congelar el precio”, explica, y
lamenta que en la crisis aparece lo que llama “canibalismo”: “El grande se come
al chico, el que tiene el dinero en la mano te pone el precio. Lo que no
entienden es que si les cobro al valor de hace una semana, me como los márgenes
de ganancia”.
“Sube el dólar, no tengo un mango” (un peso), cantan los
alumnos del tercer grado de una escuela pública de Colegiales, en el norte de
la capital. La melodía es la de la Bella Ciao, la canción popular rescatada por
La casa de papel. Los argentinos se preparan desde niños, gracias a los
anticuerpos que reciben de sus padres, que a su vez los recibieron de los
suyos. La experiencia se mete en el ADN nacional y permite sobrevivir. Cómo
hacen Gutiérrez, Ferraro y también Jorge Favur, un peluquero de 46 años que
para ahorrar gastos ya no prende la calefacción y mantiene las luces de su comercio
apagadas cuando no hay clientes. “Lo primero que hice el lunes fue ir al
supermercado y comprar 10 kilos de carne de pollo y maples de huevos, antes de
que aumenten”, cuenta.
Favur no fue el único. Las ventas en supermercados
mayoristas subieron un 40% entre el lunes y el martes en productos como harina,
fideos y pañales. La estrategia fue demorar el impacto en el bolsillo del pico
de inflación que vendrá. La fiebre por comprar antes de las subidas de precios
complicó el trabajo de Eduardo Pérez, encargado de un restaurante de Barracas,
en el extremo sur de la capital. “En el mayorista pusieron límites a la
cantidad de unidades”, se queja Pérez, abrumado por la necesidad de cambiar el
menú ante la falta de insumos. “Ayer teníamos en las previsiones un matambre de
cerdo”, explica, “pero como no pudimos conseguir lo cambiamos por
carne de vaca. Algunos frigoríficos incluso cerraron, porque dicen que no saben
a qué precio vender”.
El día a día de los argentinos es mucho más que preocuparse
por comprar dólares antes de que la cotización frente al peso siga subiendo.
Como cantan los niños, nadie tiene “un mango” y queda poco margen para el
ahorro si uno es un simple asalariado. Tampoco hubo largas colas en los bancos
para retirar dinero, tal vez por el temor a males mayores. Una cadena de
WhatsApp que circuló entre votantes kirchneristas pedía no participar de
protestas como las que en diciembre de 2001 terminaron con el Gobierno de
Fernando de la Rúa. “Compañeros, están llegando cadenas de cacerolazos. No hacer
nada de eso. Mucho menos tomar las calles. Nos quieren responsabilizar de todo
y generar caos. Reenvíen, por favor”, decía el texto. Todos desean que Macri
termine su mandato, sea como sea, y garantizar el triunfo de Fernández en las
elecciones de octubre.
Me acordé de esta frase, leída en más de un lugar (recuerdo a Luis de Góngora), que es una imagen literaria para hablar de mares tormentosos o borrascosos, porque me pareció una manera muy gráfica de mostrar la realidad argentina después de las PASO. Por lo demás, es posible que la tormenta sea larga, y que empeore. Creo –y ruego por ello- que no están dadas las condiciones para una hiperinflación, aunque esto se le parezca bastante, ni para una crisis como la del 2001, pero también que es muy difícil que se disipen las nubes antes de que asuma el próximo Gobierno.
Para no estirar demasiado la imagen, no puedo dejar de mencionar, aunque estamos en medio de incertidumbres, que nos espera un largo y difícil proceso que, en el mejor de los casos, será el inicio de un país nuevamente puesto de pie, respaldado por su pueblo.
Claro, hoy aparecieron las medidas paliativas (mínimamente, pero lo son) cortoplacistas del Gobierno. Resultaba difícil esperar mucho más, (y menos un cambio de timón, primero, porque Macri ya lo descartó hace bastante; segundo, porque el margen de maniobra que le queda es mínimo, por su misma impericia y obcecación), pero la conferencia de prensa del lunes excedió largamente la ya muy mala imagen del Presidente. Hoy, mi otorrinolaringólogo me dijo que era “un psicópata social”, y no puedo, a esta altura de los hechos, descartar la hipótesis de la psicopatía.
Es cierto, después pidió disculpas, pero mi sensación es que el coaching y el acting no pueden esconder que lo real es lo del lunes.
¿Las medidas? Insuficientes y tardías. Queda, tal vez, la incógnita de por qué no hizo anuncios el lunes temprano y permitió la bárbara devaluación que nos empobreció aún más. La hipótesis de que lo hizo para sembrar el caos y facturárselo al triunfante Frente para Todos, abonaría la caracterización de psicópata.
Cito algunas valoraciones de estas medidas (las saqué de Página 12, pero las había escuchado en Radio Nihuil):
“Busco entre los anuncios algún beneficio para los jubilados, para esa inmensa mayoría que vive con 11.500 por mes, y nada. Es serio, es grave, este hombre está ensañado con los adultos mayores”, cuestionó Luana Volnovich en Twitter.
Que no haya siquiera incluido un mínimo paliativo para los jubilados refuerza la idea de plan perverso, además de los adjetivos que puse arriba.
Por su parte, Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo argentino (Enac), se mostró escéptico sobre el impacto de las medidas. Por un lado, dijo que además de un plan de pagos lo que se necesita es suspender los embargos de la AFIP y congelar los precios de los insumos al dólar del viernes pasado. “Así no podemos administrar la estructura de costos. Hay en juego 8000 pymes que pueden cerrar en los próximos cuatro meses”, afirmó. Además, no espera que las medidas sobre los salarios tengan un impacto sobre el consumo y el mercado interno: “Es falso que las personas van a tener más plata. Te entran más pesos, pero todo lo vas a pagar más caro, empezando por los alimentos. El poder adquisitivo no va a variar”, argumentó. Y concluyó: “A los empresarios nos acusan de poco competitivos y es el Gobierno el que es poco competitivo al momento de gobernar”.
Es más, ni siquiera el anuncio del congelamiento del precio de las naftas es seguro, porque Macri lo hizo sin consultar con las petroleras. Esto es absurdo, si uno tiene en cuenta el poco poder real que tiene, un poco porque está cerca del fin de su mandato, y otro mucho por su incapacidad para conducir al país.
Está claro que están tomando riesgos, pero son Gobierno, tienen muchos recursos, y están jugados, y no sé con cuántas fichas. El lunes veremos.
La oposición, en primer lugar, tiene que incentivar al máximo los controles sobre la elección y procesar sus propios datos para poder dar a conocer lo antes posibles los datos reales de la elección; en segundo, debe hacer que se conozcan estas maniobras para relativizar las noticias que dará el Gobierno en las redes de trolls y los medios amigos. De paso, como estas medidas son vuelo de perdiz, y el lunes puede haber novedades negativas, que se sepa que todo era una mentira de truco: que están echando la Falta Envido con dos negras.
No lo hago por vanidad personal, sino porque quiero continuar siguiendo el proceso para intentar ayudar a los/las que quieran entender mejor la realidad. Es llamativa la transformación de la sociedad argentina en muy poco tiempo, sobre todo a partir de las PASO. He escuchado a gente amiga, muy crítica del Gobierno anterior y del Peronismo, hoy decir que hay que aceptar la realidad porque así no se podía seguir. Hay una débil esperanza en sus palabras que hay que reforzar, porque es la fuerza que necesitamos para salir adelante.
Hace un rato en esto recién empieza. Escuché a Nicolás Trotta, Rector de la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo) explicar que la pobreza puede llegar al 37% por la última devaluación y que hace falta un nuevo Contrato Social. No sé si usaría ese nombre, pero sí creo que es imprescindible para salir de las aguas procelosas y navegar hacia la felicidad del Pueblo argentino, definitivamente, aunque lleve el tiempo que haga falta.
La actualidad de Argentina y el Mundo, Noticias vistas desde Mendoza por el Profesor Adolfo Ariza. Realidad, Información y Medios de Prensa en notas con una mirada local y abierta.
Profesor y Licenciado en Literatura. Coordinador Área de Vinculación – Secretaría Desarrollo Institucional – UNCuyo entre 2008 y 2014 (Desarrollo Emprendedor). Responsable de Kusca Gestión Colaborativa para Empresas.
El título tiene que ver con una frase de los trolls, y que fue enarbolada por los odiadores del Peronismo, una especie que nació con el mismo Peronismo: NO VUELVEN MÁS.
Siempre dije que lo había escuchado antes, pero que no había sucedido porque el Peronismo tiene que ver con una historia que ha generado un país distinto de otros de América Latina, y para bien, a pesar de los comentarios descalificadores del macrismo.
Decidí escribir una entrada en el blog, porque en la anterior, había escrito:
Está claro que están tomando riesgos, pero son Gobierno, tienen muchos recursos, y están jugados, y no sé con cuántas fichas. El lunes veremos.
La oposición, en primer lugar, tiene que incentivar al máximo los controles sobre la elección y procesar sus propios datos para poder dar a conocer lo antes posibles los datos reales de la elección; en segundo, debe hacer que se conozcan estas maniobras para relativizar las noticias que dará el Gobierno en las redes de trolls y los medios amigos. De paso, como estas medidas son vuelo de perdiz, y el lunes puede haber novedades negativas, que se sepa que todo era una mentira de truco: que están echando la Falta Envido con dos negras. (http://www.miradasdesdemendoza.com.ar/2019/08/10/oyeron-hablar-del-boosting-electoral/)
Con los que hablé, y lo he puesto por ahí en FB, les dije que creía que la diferencia no iba a ser menor al 6%, y que pasaría el 8%. Por supuesto, nunca pensaba que estas intuiciones iban a ser ampliamente superadas por la realidad.
Por lo tanto, me siento contento con el resultado electoral, y con que mis análisis hayan sido acertados. Solo espero que este Gobierno, tan malo como es, pueda mantener al país en condiciones razonables de gobernabilidad, hasta que finalice su gestión, el 10 de diciembre.
También espero que mis notas sean útiles a quienes quieran entender mejor a nuestra Patria y al mundo para tomar las mejores decisiones.
Creo que hoy lo han hecho, no han aceptado que un Gobierno inicuo, mentiroso y que no sabe gestionar, los siga gobernando, y se lo han hecho saber.
Siento orgullo de mis compatriotas, sobre todo cuando vienen tiempos difíciles, no solo por lo electoral y el camino que falta recorrer, sino porque esta Patria que han dejado tan mal va a necesitar hasta la última gota de sudor para que Argentina vuelva a ser un lugar bueno para la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro país.
La actualidad de Argentina y el Mundo, Noticias vistas desde Mendoza por el Profesor Adolfo Ariza. Realidad, Información y Medios de Prensa en notas con una mirada local y abierta.
Profesor y Licenciado en Literatura. Coordinador Área de Vinculación – Secretaría Desarrollo Institucional – UNCuyo entre 2008 y 2014 (Desarrollo Emprendedor). Responsable de Kusca Gestión Colaborativa para Empresas.
De golpe, cuando estaba por irme a dormir, apareció alguna información periodística relacionada con una situación que desde esta tarde me estaba dando vueltas: hoy el Merval, a contramano del mundo, subió 8% y el Riesgo País bajó. Se dio como causa una encuesta nueva que le daría muy bien al macrismo.
Si esto fuera así, la información que conozco está equivocada, y los Mercados están celebrando a cuenta, pero era extraño. Entonces, encontré algunos elementos que me permiten elaborar una conclusión más lógica que comparto.
Primero, esta es una operación política electoralista de boosting (he tomado la información de Página 12, pero está en Perfil y en la Política Online)
Un profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, Gerry della Paolera (@Gerrygaucho), escribió en twitter:
“Recompran bancos sus propias acciones para hacer un boosting pre electoral. En Francia, en donde viví 8 años es exactamente la misma mecánica. Formación de expectativas, vio.”
O sea, una jugada de vuelo corto, pero que permitiría sumar votantes.
Segundo, no puedo separar esta jugada del uso del software de SmartMatic que podría permitirles anunciar un resultado favorable (1 o 2% arriba, o abajo, por ejemplo), con vistas a la elección definitiva. Es cierto que después se va a saber la verdad, pero mientras, se instala otra cosa, una especie de relato optimista, que no es tan fácil de desmontar.
Para mostrar por qué pienso esto, lean:
La “euforia” de la Bolsa es una payasada, dijo Pablo Gerchunoff.
El economista alertó sobre los movimientos financieros antes de las PASO
Una sorpresiva suba de las acciones argentinas alimentó la propaganda oficial y despertó las señales de alerta hasta de prestigiosos economistas liberales. El radical Gerchunoff lo puso por escrito y lo apoyó Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía del menemismo. Sospechas sobre operaciones del Gobierno a través del Anses y los bancos Provincia y Ciudad.
Pablo Gerchunoff es historiador económico, profesor emérito de la Universidad Torcuato Di Tella y honorario de la UBA. La lista de su producción intelectual haría tediosa esta nota.
Aunque tiene todo el perfil de un académico respetado, conoce de adentro el funcionamiento del Estado: fue un importante asesor de los equipos de economía en los gobiernos de Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa.
Este dato deja clara su pertenencia radical y su afinidad con el gobierno de Cambiemos, a pesar de que siempre mantuvo una mirada desconfiada sobre el tratamiento que le dio el PRO al desarrollo económico, su especialidad.
Semejante curriculum explica el baño de agua helada que recorrió la city cuando se conoció su tuit comentando la “euforia” de la Bolsa en el último día hábil antes de las PASO. La portada de todos los medios oficialistas festejaba en ese momento los avances de hasta un 10% de las acciones argentinas en Wall Street y del 8% en el Merval.
Como resultaba difícil acusarlo de “contrera”, las críticas un poco desesperadas se concentraron en su supuesta “ignorancia” sobre el funcionamiento de los mercados financieros. Algo que motivó un segundo tuit del economista.
“Lo que ocurrió hoy viernes puede fabricar un feo lunes con datos electorales razonablemente buenos. Si el domingo se eligiera presidente lo entendería. Pero no se elige nada. Por eso dije que paren.”
Si algo faltaba para terminar de amargarle la fiesta al oficialismo fue la aparición de Carlos Rodríguez, el economista ultraliberal que fue viceministro de Roque Fernández durante el menemismo.
No necesitó demasiadas palabras: “Rally altamente sospechoso de última hora, realmente me gustaría saber quién compró y con la plata de quién”.
Sus dudas eran compartidas por buena parte de la City, y algunos operadores, sin pruebas concluyentes, se atrevían a ponerle nombre a las sospechas de Rodríguez. Según esas versiones los Bancos oficiales, Provincia y Ciudad, y la Anses, habían puesto en juego nada menos que 150 millones de pesos. En un mercado tan chico como el de las acciones argentinas, esa cifra podría lograr un fuerte, aunque pasajero, impacto.
Está claro que están tomando riesgos, pero son Gobierno, tienen muchos recursos, y están jugados, y no sé con cuántas fichas. El lunes veremos.
La oposición, en primer lugar, tiene que incentivar al máximo los controles sobre la elección y procesar sus propios datos para poder dar a conocer lo antes posibles los datos reales de la elección; en segundo, debe hacer que se conozcan estas maniobras para relativizar las noticias que dará el Gobierno en las redes de trolls y los medios amigos. De paso, como estas medidas son vuelo de perdiz, y el lunes puede haber novedades negativas, que se sepa que todo era una mentira de truco: que están echando la Falta Envido con dos negras.
La actualidad de Argentina y el Mundo, Noticias vistas desde Mendoza por el Profesor Adolfo Ariza. Realidad, Información y Medios de Prensa en notas con una mirada local y abierta.
Profesor y Licenciado en Literatura. Coordinador Área de Vinculación – Secretaría Desarrollo Institucional – UNCuyo entre 2008 y 2014 (Desarrollo Emprendedor). Responsable de Kusca Gestión Colaborativa para Empresas.
Como explica el autor, poco nos dice a nosotros, que no
somos norteamericanos, la figura de George Wallace, pero cuando leí su
historia, sentí casi asombro al descubrir cómo es un supremacista blanco, que
pudo llegar a ser Presidente de los EEUU. De algún modo, ese ejemplo ayuda a
entender cómo lo logró Trump y por qué se producen matanzas como las de El
Paso, contra latinos (esto es lo mismo que sucedió con los afroamericanos). Dice
la nota:
“Hoy, son los inmigrantes, los latinos, las mujeres, y al
igual que en la década de los sesenta, los liberales.
Los jóvenes universitarios de las grandes capitales, las
elites financieras y todo lo que huela un poco a cosmopolitismo son blancos de
ataques fáciles desde las voces oficialistas.”
Hace un tiempo vi una película norteamericana que se
desarrollaba en un pueblito blanco del Far West. En algún momento, una niñita
dice sobre otra habitante: -Es demócrata, los tenemos anotados a todos.
Me quedó grabada la frase. Es ese sector, “las clases
trabajadoras mayoritariamente blancas del interior profundo de los Estados
Unidos.”, el que le permitió a Trump ser Presidente, y, tal vez, ser reelecto.
Cuando les dice a cuatro diputadas demócratas de ascendencia
latina que “vuelvan a sus países”, no se encuentra tan lejos como parece de pedir
“segregación mañana y segregación por siempre”, como pidió Wallace, así que
está apelando a una grieta antigua e injusta, además de tener que ver con
diferentes modelos de país, en lo político y económico.
Estas y otras visualizaciones de la grieta, como la que
encontramos en Argentina, nos hacen sentir que nuestros países están
retrocediendo como civilización. Paradójicamente, cuando hay mayores avances en
los Derechos Humanos, una buena parte de nuestra clase media urbana se ha primitivizado,
ya que rechaza a los originarios de otros países latinoamericanos, admite ser
parte de una sociedad consumista que compra productos innecesarios y lujosos,
anunciados en inglés, mientras hay miles de niños que no pueden tomar leche, se
va a vivir a barrios cerrados, y otras muestras de haber retrocedido en la
comprensión de la vida en una comunidad más equitativa.
Ahora bien, ¿hacia ahí va la
humanidad? Los resurgimientos de grupos y partidos neofascistas y xenófobos,
pareciera confirmarlo, pero me permito plantear alguna discrepancia.
“Cualesquiera que sean los cambios que nos aguardan en el
futuro, es probable que impliquen una lucha fraterna en el seno de una única
civilización en lugar de una confrontación entre civilizaciones extrañas. Los
grandes desafíos del siglo XXI serán de naturaleza global. ¿Qué ocurrirá cuando
el cambio climático desencadene catástrofes ecológicas? ¿Qué ocurrirá cuando
los ordenadores superen a s humanos cada vez en más tareas y los sustituyan en
un número creciente de empleos? ¿Qué ocurrirá cuando la biotecnología nos
permita mejorar a los humanos y alargar la duración de la vida? Sin duda,
tendremos grandes debates y amargos conflictos sobre estas cuestiones. Pero es
improbable que dichos debates y conflictos nos aíslen a unos de otros. Justo lo
contrario. Nos harán todavía más interdependientes. Aunque la humanidad está
muy lejos de constituir una comunidad armoniosa, todos somos miembros de una
única y revoltosa civilización global.” (Harari, Yuval; 21 lecciones para el
siglo XXI, p. 131)
El actual modelo neoliberal de concentración económica, con
su secuela de estrategias ilícitas, tanto políticas como jurídicas, tampoco
garantizan una estabilidad en la sociedad futura que permita pensar en que este
reverdecer segregacionista se consolide y se establezca como modus vivendi
social.
Además, se están acumulando tensiones que, cuando se desate
alguna o algunas de las crisis que preanuncia Harari, pueden estallar, y es
imprevisible el tamaño de estas explosiones. Pensemos en Europa, en los chalecos
amarillos, en la avalancha inmigratoria que hace que en Italia se vean menos
italianos que originarios de África y Próximo Oriente, y todas las asimetrías y
exclusiones que tensan el mundo.
El autor de la nota termina diciendo: “De todas maneras, lo
que realmente debe ser el foco de atención es por qué un discurso prácticamente
calcado al de George Wallace tiene más éxito electoral en 2019 que en las
décadas de los sesenta y setenta.”
Creo que la historia tiene la respuesta: pensemos en las
enormes transformaciones que se han producido en la segunda mitad del siglo XX
y lo que va del XXI, y veremos que son mundos muy distintos desde la Guerra
Fría hasta hoy.
Por lo demás, en EEUU los Demócratas no consiguieron
consolidar la economía interna de una manera que los pusiera a salvo de avances
como estos, desde una concepción Tea Party Movement, que siempre estuvo en
contra de los avances en los DDHH.
Más allá de la dificultad de predecir el futuro de la
humanidad en momentos en que todo bulle y no sabemos qué puede pasar mañana (no
es menor un Presidente tan elemental y violento como Trump), creo que pensar
que el avance segregacionista (en EEUU y en otros países, el nuestro incluido)
es imparable y definitivo, es aventurado, entre otras cosas, porque muchos/as,
entre los que me incluyo, aspiran a una sociedad heterogénea e integrada.
Es más, la única chance que tiene
América Latina de poder garantizar una vida digna a los que vivimos en ella, es
una integración continental de los países que la forman.
Por eso, debemos hacer todo lo
posible, desde los hechos y las ideas, para rechazar ese tipo de políticas, y
apostar por una convivencia positiva, que supere las dificultades que
afrontamos, y nos permita construir una sociedad justa, libre y soberana.
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